El pasado día 26 de marzo de 2019 se celebró en el IIE la Tercera Jornada del Ciclo de Innovaciones Propias organizada por el Foro Histórico de las Telecomunicaciones sobre el  tema ‘La expansión internacional de Telefónica’.

D. Luis Lada, como moderador de la Jornada, presenta a los ponentes, resaltando su valiosa contribución a lo largo del proceso de internacionalización de Telefónica. Describe los hitos que lo posibilitaron, iniciando un breve recorrido a partir de la llegada de Antonio Barrera de Irimo a la presidencia de Telefónica y los grandes cambios que introdujo. Cita la ampliación del capital con el lanzamiento de las acciones conocidas como ‘matildes’, la entrada en el Consejo de Administración de los representantes de la Banca y de la Confederación de las Cajas de Ahorro así como la dilución del capital del Estado a un 35%. Se establecieron proveedores con fuerte implantación industrial alternativos al grupo ITT. Se completó la integración territorial de Telefónica, absorbiendo la Red Telefónica Municipal de San Sebastián y la empresa ENTEL. Y se apostó por el servicio internacional, importante para atraer el turismo y las inversiones extranjeras. Telefónica se posicionó activamente en los acuerdos de corresponsalía así como en los consorcios de satélites y de cables submarinos. La participación de Telefónica en los organismos de la UIT y de la CEPT se hizo notar. Se inició entonces el negocio de Transmisión de Datos, por donde empieza la competencia en todo el mundo.

Bajo el mandato de Salvador Sánchez Terán se creó AHCIET, organismo de colaboración entre operadores del otro lado del charco y Telefónica, y se facilitó la presencia de varios de sus proveedores en la propia Latinoamérica.

Con Luis Solana llegó la segunda oleada de modernización. Con las cuentas auditadas, Telefónica entró en las Bolsas de París, Londres, Frankfurt, Tokio y Nueva York. lo que atrajo a nuevos inversores extranjeros. Se produjo la internacionalización financiera de Telefónica y se constituyó el grupo de Telefónica Internacional.

Tras este interesante preámbulo, interviene D. Francisco Ros, quien inicia su ponencia explicando el contexto tecnológico entre los años 1975 y 1990. Surge la Transmisión de Datos y se inicia la digitalización de las comunicaciones. Aparecen la microelectrónica y los circuitos integrados. La conmutación se digitaliza así como los contenidos de TV y Directorios. Se potencian las comunicaciones por satélite, por cable coaxial y por fibra óptica así como las comunicaciones móviles. La integración de la Informática con las Telecomunicaciones da origen a las Tecnologías de la Información con la convergencia del fijo, el móvil y multimedia.

En 1984, AT&T desmembró su imperio, tras ser acusado de utilizar sus ingresos del monopolio en las llamadas locales para anular la competencia en el servicio interurbano. Y en Reino Unido y Japón se privatizan los monopolios, pasando así de servicio público a negocio. Se separan los servicios de larga distancia y aparecen ofertas especializadas de datos y servicios avanzados para clientes multinacionales. Nacen las primeras operadoras especializadas en móviles o multimedia. Las empresas comienzan la búsqueda de su posicionamiento como operadores globales y se persigue una mayor eficiencia de los sistemas de gestión y operación de red. Surgen, además, las primeras liberalizaciones y desregulaciones.

En la década de los años ’80, Telefónica da sus primeros pasos internacionales. Participa activamente tanto en las redes europeas de investigación, como ESPRIT y RARE, y poniendo en marcha la red española (Red IRIS), como también en los organismos de operadores satelitales y de cables submarinos. Sus opiniones son consideradas por los Organismos Reguladores internacionales y tiene presencia en la prestigiosa ERT (European Round Table of Industrialists). Explora proyectos internacionales en radiobúsqueda, en seguimiento de flotas (Omnitrac-Qualcomm) y en móviles por satélites (Proyecto Iridium). Se incorpora a INFONET en 1988 y a HISPASAT en 1989.

Telefónica considera que el clima favorable de las instituciones españolas y la confianza en sus propias capacidades tecnológicas, financieras y operativas recomiendan su expansión internacional para contrarrestar la competencia en el mercado nacional. Los primeros tanteos tienen lugar en Chile y en Argentina en los años 1987 y 1989. En este último año se acuerdan las reformas aplicables a los países en desarrollo por medio de la privatización, liberalización y desregulación en el denominado Consenso de Washington.

En 1990, por indicación del presidente Cándido Velázquez, TISA (Telefónica Internacional) experimenta una profunda reestructuración, creándose un equipo profesional, cualificado, cohesionado y motivado para poder abordar con éxito el reto de la expansión internacional.

Las primeras inversiones se efectúan en Chile, CTC, ENTEL, y, posteriormente, Publiguías y TV Cable. Y a continuación en Argentina, con Telefónica de Argentina y Multicanal. Continúa el proceso inversor en CANTV de Venezuela, con AT&T y GTE; en Puerto Rico en TLD y TUPR; en Cocelco de Colombia; en Perú se invierte en CPT y ENTEL, que tras su fusión pasa a denominarse Telefónica de Perú, y en Cable Mágico. Se establecen acuerdos con grupos de comunicación en Argentina, Chile y Perú y se participa en el proyecto panamericano de operador global de tráfico internacional del área.

En Europa se invierte en el operador de móviles de Rumanía y en el operador de radiobúsqueda Contactel en Portugal.

Telefónica Internacional explora, pero no materializa, la posibilidad de invertir en México, Cuba, Brasil, Grecia y Hungría.

Las primeras inversiones realizadas entre 1989 y 1996, como una aproximación oportunista en el proceso de privatización en Latinoamérica, donde la penetración media era de 4,7 líneas por habitante frente a la 37,1 en Europa, y en un momento en el que el crecimiento global de forma sostenida, en el sector, era de más del 6% y del 15% en nuevos servicios, permitieron a Telefónica conseguir importantes crecimientos en sus inversiones, gracias a la calidad de los proyectos, del gerenciamiento y del factor de escala. A finales de 1995, Telefónica tenía presencia en 10 países y operaba 9,8 millones de líneas con 461.000 clientes de móviles y un millón de TV por cable. El beneficio en ese ejercicio fue de 178 M€ equivalentes y las plusvalías latentes de 1.842 M€. Telefónica se convierte en operador global, cambiando su cultura de empresa doméstica por la de Grupo internacional.

A finales de 1995 Telefónica se incorpora, con una aportación del 25%, en el Consorcio UNISOURCE, con PTT Telecom-KPN, Telia y Swisscom, para ofrecer servicios de datos globales con ventanilla única a multinacionales. Un año más tarde Telefónica preside UNISOURCE con empresas en Alemania (Mannesmann, Deutsche Bahn), Francia (Générale des Eaux), Bélgica e Italia así como alianzas con Worldpartners (AT&T, KDD, SingTel y Telstra). En 1997 Telefónica abandona UNISOURCE y se une a BT y MCI-Worldcom para constituir CONCERT. A finales de los ’90 los consorcios UNISOURCE, CONCERT y GLOBAL-ONE (Deutsche Telekom, France Télécom y   Sprint) se extinguen.

Concluye su ponencia D. Francisco Ros afirmando que la internacionalización no sólo ha sido muy positiva para Telefónica, sino también para la sociedad y economía españolas, abriendo el camino de la expansión internacional a bancos, empresas constructoras, de ingeniería, que siguieron su estela.

[Presentación de D. Francisco Ros]

A continuación hace uso de la palabra D. Javier Nadal que presenta con detalle las dos décadas prodigiosas de Telefónica en Latinoamérica. En la primera fase, comprendida entre los años 1987 y 1998, se rompe el mito de que América estaba hecha para los americanos, mostrando los calendarios correspondientes a las privatizaciones acaecidas en Latinoamérica hasta 1998; de la implantación de la telefonía móvil, desde 1987 hasta 1998; y de las licencias celulares en bandas A y B, desde  1988 a 1997.  En la segunda fase, entre 1998 y el 2000, Telefónica pasa de ser un operador local en cada país, con apoyo de los socios locales, a transformarse en marca única.

En 1998 se produce la privatización de Telebrás, dividida en el grupo A para telefonía fija y en los grupos B y C para telefonía celular. Consciente de sus fortalezas, Telefónica aborda su entrada en Brasil. Del grupo A consigue la licencia de TELESP (São Paulo), del grupo B TELESUDESTE (Río) y del grupo C, conjuntamente con Iberdrola, TELESTE (Bahía).

En 1999 Telefónica entra en Colombia como Telefónica Data y en El Salvador y en Guatemala como operador de móviles y de larga distancia. Al año siguiente Telefónica tiene casi 31 millones de clientes en Latinoamérica, operando 22.013 mil líneas fijas y 8.882 mil líneas móviles, lo que suponen, respectivamente, el 68,8% y el 67,3% del total.

A principios del año 2000 se produce un cambio de paradigma en la estrategia de Telefónica, impulsado por su presidente Juan Villalonga, con la llamada Operación Verónica, la mayor y más importante en toda su historia, para hacerse con el 100% de sus filiales en Argentina, Brasil y Perú. Sus ofertas públicas de adquisición (OPA) permitieron que el control sobre Telefónica de Argentina pasase del 28,8% al 92,87%, sobre la brasileñas Telesp del 17,5% al 86,8% y sobre Telefónica del Perú del 40% al 75,6%.

A partir del año 2001, Telefónica entra en una tercera fase completando el footprint. Así se adelantan en ese año las metas fijadas para Brasil, mediante el acuerdo de integración del servicio celular de Portugal Telecom y el de Telefónica; en México se adquiere a Motorola el cuarto operador también en 2001 y al año siguiente se compra la operadora de servicios móviles Pegaso; en 2006 se aumenta la participación al 51% la participación en Telecom de Colombia. Y finalmente en 2010 Telefónica alcanza el 100% de capital del servicio celular de Brasil, VIVO, mediante la compra a Portugal Telecom de las acciones que poseía.

Del mercado latinoamericano se retira Bell South y el duelo se reduce a dos grandes contrincantes Telefónica y Telmex, si bien la inversión del Grupo Telefónica en Infraestructuras es considerable lo que le convierte en líder en América Latina.

[Presentación de D. Javier Nadal]

Toma la palabra D. Ignacio de Benito para presentar la tercera ponencia sobre las inversiones de Telefónica en Europa y Marruecos entre 1997 y 2007.

Algunos años antes, concretamente en 1992, Telefónica se había hecho con la operación de los servicios móviles en Rumanía, que vendería al Gobierno rumano en 1998, al no poder conseguir una licencia en la banda GSM 900, imprescindible para asegurar la rentabilidad futura de la empresa. También en 1992 Telefónica entró con una participación del 15% en la operadora de radiobúsqueda Contactel Portugal, y en 1995 se creó Telefónica Sistemas Portugal para dar servicio a las empresas españolas con presencia en el país vecino. A finales de 1995 Telefónica se incorpora, con una aportación del 25%, en el Consorcio UNISOURCE, con PTT TELECOM-KPN, Telia y Swisscom.

En el año 1997 se crea Telefónica Intercontinental para agrupar todas las inversiones internacionales fuera de Hispanoamérica y un año después se constituye Iberadvance, joint-venture, con sede en Lisboa, entre Portugal Telecom y  Telefónica Intercontinental al 50%, para invertir en países, muchos de ellos en riesgo. A fin de reforzar la alianza, Telefónica compra el 3,5% del capital de Portugal Telecom y ésta el 1% del de Telefónica.

Iberadvance se centra en el mercado marroquí y se prepara para optar a la privatización. Al retrasarse ésta, se decide entrar en la licitación de la segunda licencia de móviles, de la que resulta ganadora, en julio de 1999, el consorcio Médi Telecom, integrado por Telefónica, Portugal Telecom y el banco marroquí BMCE.

En el 2000 se produce un boom de las operadoras TMT (Tecnología, Medios de Comunicación y Telecomunicaciones) y Telefónica participa activamente. Sale a bolsa Terra, adquirida en 1997 y cerrada definitivamente en 2017; se compra en EE.UU. el portal Lycos, que se vendería a Corea en 2008; se adquiere la productora holandesa Endemol, vendida en 2007; y se compra el portal finlandés IOBox, cerrado definitivamente en 2002.

El movimiento de liberalización de las telecomunicaciones abrió una nueva oportunidad a los operadores existentes para entrar en otros mercados europeos ofreciendo a las grandes empresas conectividad en las ciudades mediante anillos de fibra óptica y acceso a Internet. A ese fin Telefónica adquiere en Austria European Telecom; en Alemania se constituye Mediaways, una joint venture entre Telefónica Data y Bertelsmann; y en Italia Atlanet, con Acea, para dar servicio en Milán y en Roma.

La liberalización de los mercados, el desarrollo tecnológico y la demanda de nuevos servicios dieron lugar a una confianza excesiva y a unas expectativas muy ambiciosas. Los gobiernos europeos se apresuraron a licitar el espectro radioeléctrico necesario para que los operadores lanzasen nuevos servicios móviles de banda ancha. El proceso de subastas de las licencias UMTS alcanzó cifras desorbitadas, especialmente en Alemania y Reino Unido. Se convirtió en la mayor transferencia de dinero del sector privado al sector público. En agosto de 2000 el consorcio de Telefónica con la finlandesa Sonera obtuvo adjudicaciones en Alemania, Austria, Suiza e Italia. En noviembre de 2001 se lanzó Quam, la marca del consorcio en Alemania, pero la no disponibilidad de la tecnología UMTS, llevó al cierre de las operaciones y de Quam en 2002. En Suiza se llamó 3G Mobile, pero se comprobó que el mercado no tenía nicho para un cuarto operador. El servicio no llegó a lanzarse, como tampoco en Austria ni en Italia. Por primera vez en su historia Telefónica cerró el ejercicio de 2002 con pérdidas. Dos años más tarde, Telefónica había recuperado su fortaleza y se colocaba en el puesto nº 6 del mundo en capitalización bursátil.

En 2005 Telefónica compró O2, el operador móvil de BT (British Telecom), lo que permitió lanzar la marca O2  en el Reino Unido y Alemania, primero, y en la República Checa, en Eslovaquia y en Irlanda, más tarde. Esta operación, pilotada por el presidente César Alierta, fue, y sigue siendo, la de mayor envergadura realizada nunca por una empresa española en el extranjero. Actualmente la marca  O2 también se utiliza en España.

Asimismo en 2005, Telefónica hizo su primera inversión en Asia, adquiriendo el 5% del operador chino de telefonía fija China Netcom, que dos años más tarde subiría al 10%. Precisamente en 2005 Telefónica se colocó en tercer lugar entre las compañías de telecomunicación con mayor capitalización bursátil.

[Presentación de D. Ignacio de Benito]

Y a modo de conclusión de la Jornada, el moderador, D. Luis Lada, señala que Telefónica inició su expansión internacional hace ya 30 años. De los 95 años de vida de Telefónica, dos terceras partes las pasó encerrada en su castillo, y fue en el último tercio cuando se abrió al exterior en sucesivas y cada vez más intensas oleadas. Adelantándose a otros operadores y, gracias a la estrategia de continuidad marcada por los sucesivos presidentes, fue consolidando su posición hasta hacer más grande el mercado exterior que el interior. Actualmente el modelo de las telecomunicaciones está de nuevo redefiniéndose, pero una vez más Telefónica, ahora en las manos de su presidente Álvarez-Pallete, sabrá adaptarse a las nuevas circunstancias para asegurar su liderazgo.

 

FUENTE: https://www.aeit.es/noticias/la-expansion-internacional-de-telefonica